Ah! hace tanto tiempo que te esperaba verano!
La verdad es que este post no es solo sobre el verano! (Que en verdad se extrañaba a más no poder!!!)
También quiero contarles un poco lo que ha sido nuestra mudanza a esta isla llamada Fuerteventura!
Para los que no han escuchado de ella, es una de las Islas Canarias, un sitio con un encanto desértico, un viento desaforado y unas playas paradisíacas!
Esto en verdad ha sido una aventura desde el primer momento que nos llegó la oportunidad de venirnos para acá! en dos semanas decidimos dejar Coruña y lanzarnos a esta isla de la que no habíamos oído jamás!
Muchos nos dijeron que al poco tiempo nos hartaríamos de la monotonía de un sitio tan pequeño y que lo mejor era irse a una ciudad con muchas más facilidades y entretenimientos (El clima de Coruña se me hacía imposible de aguantar y salir de allí se estaba convirtiendo en una necesidad para mi! al final venimos de un trópico cómo lo es Venezuela y el frío y la lluvia me tenían deprimida)
Arturo y yo habíamos tenido desde siempre esta fantasía de vivir en una isla, a lo más estilo Hippie jaja, él haciendo windsurf, yo pintando y juntos viviendo de nuestras aficiones y de la caza y la pesca! (Tampoco así, pero casi jajaja)
Así que sin pensarlo mucho, dejamos la mitad de nuestras cosas, empacamos cuatro maletas, el coche de Lucas (A Lucas jeje) y nos vinimos!!!
Y hasta ahora, creo que ha sido una decisión fantástica! tenemos nuestro mar, nuestra isla, nuestro sol!!! y muy importanteeee… calor!!!
Es una isla pequeña, desértica completamente… y al principio pensé que extrañaría el verde de la vegetación! pero creo que el azul del mar lo compensa. Tener el mar tan cerca y de verdad poderte meter es lo mejor!
Vivir aquí me recuerda a las largas vacaciones que pasábamos en Chichiriviche, donde andábamos descalzos desde que llegábamos hasta que nos íbamos, donde el mar y la arena eran nuestro patio de juego y pescar y jugar con cangrejos nuestros pasatiempos favoritos.
Estoy muy feliz de poder ofrecerle a Lucas un sitio así para que crezca, donde pueda jugar con libertad, cerca de la naturaleza y creando recuerdos irreemplazables.
Querer volver a nuestra tierra y a nuestras costas, creo que de alguna manera es una sensación de añoranza que no desaparecerá, pero es bonito poder evocar esos recuerdos y transmitirle esas sensaciones a Lucas, para que juntos creemos nuevas aventuras, nuevos recuerdos y lo más importante, un lugar el cual él pueda llamar hogar.
Lo que se hereda, no se hurta. Hippie como tus padres,jajaja
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